Una reforma de pronóstico reservado

Nuevamente el gobierno le mete el diente a la salud, la cosa es que esta vez parece que no será el típico pañito de agua tibia para medio solucionar la crisis, no, esta vez se lanza toda una reforma que busca acabar con los malos manejos de los dineros de la salud por parte de las EPS. Lo difícil es que pase por el congreso, puesto que varios de los de arriba son los dueños en la sombra de dichas EPS, o tienen dentro mucho poder político, o sea que se están pisando callos en pies de talla grande.

El resumen del nuevo sistema es más o menos este:

1. Desaparecerá el Fosyga (ya se lo robaron, así que, que más da), y en su reemplazo habrá una nueva entidad llamada Misalud, la cual se encargara de la afiliación de las personas al sistema, el recaudo de los aportes y el pago directo a las instituciones que presten los servicios de salud. Esta entidad será estatal con carácter financiero, así que estará bajo la vigilancia de la Superbancaria y de la Contraloría general de la nación, lo que en teoría significa que se extremarán los controles para evitar los robos al sistema, como pasó con los recobros al Fosyga, que terminaron quebrándolo.
2. Las EPS desaparecerán como las conocemos. Ya no manejaran los recursos de los aportes de la salud, solo fungirán como administradores de servicios, sirviendo de intermediarios entre las prestadoras de servicios y Misalud. Se espera que, al no gestionar recursos, las EPS (que ahora se llamaran “Administradoras de salud”) se concentrarán en mejorar el servicio y no en construir canchas de golf y clubs turísticos en el llano.
3. Ya los hospitales y clínicas no se quejarán de que las EPS les adeudan dinero y por lo tanto no tendrán excusa para no atender a usuarios afiliados a dichas deudoras, ya que Misalud pagará directamente a estas instituciones, con esto se busca evitar lo que pasa en estos momentos, que el Fosyga manda a las EPS el dinero para pagar las cuentas, pero esta se queda en los bolsillos de los dueños de las EPS y las farmacéuticas, y la cartera morosa con las clínicas y hospitales sigue creciendo hasta que dicen “con esta EPS no más” y cortan el servicio.
4. Desaparecerá el POS y el no-POS, se unificarán los tratamientos y servicios, lo que habrá ahora es una lista de exclusiones, como, por ejemplo, lo estético solo por lo estético, es decir, una puesta de silíconas si la paciente no lo necesita (se supone que a las afectadas de cáncer de mama a las que les han hecho masectomías no tendrían esta exclusión).

Esto es un resumen somero, hay otros puntos los cuales me parecen discutibles, como el de la regionalización de las administradoras de salud, el hecho de que las gobernaciones puedan hacer el papel de administradores de salud poniendo el nuevo modelo a disposición de la pirañería política, y quien sabe que otros micos que le cuelguen en el congreso.

El gobierno se la está jugando con esta reforma, incluso se dice que la reelección de Santos se iría al garete si no logra sacarla adelante. Me figuro que más de uno en el congreso estará pensando en como torpedearla, y aquellos con intereses presidenciales estarán viendo por donde hacerla caer, y de seguro uno de los que más luchará contra ella es el ex presidente Uribe, tanto por torpedear a Santos como por favorecer a su candidato presidencial, amén de que la ley 100 que actualmente rige la salud es de su autoría. Una pelea para alquilar balcón.

A mi parecer la reforma es buena en ciertos aspectos, pero todo depende de lo que le hagan en el congreso. Todos sabemos que allí pueden transformar algo bueno en una completa basura de corruptela política. Y si ven que no pueden sacarle provecho a la reforma pues la hunden.

Los de arriba preparan sus armas para destruir la única reforma que ha pretendido mejorar la salud de los Colombianos, ¿y los de abajo?... ¡los de abajo aguantan!