jueves, 21 de febrero de 2013

Cosas de la Habana


Creo que poca gente está al tanto de las conversaciones de paz en Cuba, o mas bien creo que a pocos les interesa, ¿por qué?, simple escepticismo.

Las FARC han demostrado vez tras vez que no son capaces, ni les interesa, mantener un dialogo con el gobierno que nos lleve a la paz; ¿y eso por qué?, porque sus intereses no van encaminados a lo que tanto pregonan sobre su defensa del campesinado Colombiano (al que ellos mismos masacran), solo están viendo como mantener todo lo que han conseguido en este tiempo de actuar mafioso.
No se engañen, el gobierno solo quiere buscar una salida práctica a una guerra de hace cincuenta años, por eso se jugó su prestigio en este dialogo, en el cual no pierde nada, ya que si fracasa será por la intransigencia y obtusidez de la guerrilla, no porque el gobierno no haya hecho lo posible.
La guerrilla quiso jugar el juego de siempre cuando se ha visto copada por el gobierno, buscar conversaciones y alto el fuego (ojalá con zona despejada, para hacer sus fechorías), para darse un respiro, rearmarse y buscar reconocimiento y estatus político internacional. Luego mandan todo al garete y salen de sus escondrijos con nuevas fuerzas para continuar delinquiendo; solo que está vez el gobierno no mordió el anzuelo y no se dejo llevar a esa trampa, por eso declaró conversaciones sin alto al fuego, para que parar si la guerrilla está en su hora más baja, su total descoordinación operativa es prueba de ello.

Por eso ya nadie les cree, por eso están tan desgastadas políticamente, se quedaron en la lucha de hace cincuenta años, todavía creen que pueden hacer una revolución Cubana en Colombia. Pero ya no hay ideales en su discurso gastado, ellos mismos se ven anacrónicos con su estética Castrista.
Deberían quedarse en Cuba de una buena vez por todas y dejarnos en paz.
Pero no lo harán, ¿saben por qué?, porque perderían sus cultivos de Coca, sus rutas de entrega, su dinero sucio.

La verdad detrás de estas conversaciones es muy simple, el gobierno no pierde nada y gana en reconocimiento internacional, y los dirigentes de la guerrilla van a ver como legalizan toda la tierra que se han robado y los millones que tienen guardados, para estar con los de arriba cuando por fin haya paz.
No traguen entero, a Timochenko, Márquez y compañía no les interesa más la lucha guerrillera, solo quieren poder disfrutar de esa fortuna mal habida sin temer a ser abatidos de un bombazo.
¿Que pasará con el guerrillero raso?, ese pobre campesino, muchas veces enrolado a la fuerza, solo le quitarán el fusil y le dirán “váyase”, y de seguro ni siquiera podrá volver a su rancho, pues este ya estará en una finca de alguno de sus antiguos comandantes, los cuales (ahí sí) defenderán el derecho a la propiedad privada y lo recibirá a tiros; entonces tendrá que emigrar a la ciudad, a engrosar los cinturones de pobreza y los barrios de invasión y los indices de inseguridad, pues para sobrevivir solo le tocará robar, pues ya no le han dejado otra opción. Y eso si tienen suerte, pues si han participado en masacres o delitos contra los derechos humanos deberán primero ir a prisión; cuando muchas veces no tenían más alternativa que disparar a mujeres y niños, ya que si no mataban entonces los procesaban y fusilaban a ellos.
Y todo para conseguirles más riquezas a sus comandantes, que son los avivatos que se quedan con lo bueno mientras el guerrillero raso es el que sufre.
Para nadie es un secreto que, cuando se despejó el Caguán, Tirofijo se instaló en la mejor finca que había en la región, y lo propio hicieron los otros comandante con muchas propiedades, parecían los latifundistas que tanto pregonan combatir.

Al final de este proceso se verá que Timo, Márquez y compañía terminaran como finqueros millonarios y además de eso envueltos en política, disfrutando de sus ganancias mal habidas ya legalizadas por el proceso y convertidos en parte de los de arriba, mientras que la carne de cañón que usaban, los guerrilleros rasos, se verán más pobres y más despojados, envueltos en la disyuntiva de seguir penando por la vida, o volver a delinquir en los muchos grupos delincuenciales en que se verá mutada la base guerrillera (como pasó con las autodefensas) para lograr poder y dinero en regiones cada vez más pequeñas, veremos un aumento en la guerra territorial de estas bandas por las rutas de la coca, y el campo probablemente se volverá más peligroso y con más sangre. Las bandas ya están ahí, solo que por ahora tienen una farsa de gobierno común (el secretariado) que las mantiene unidas y en paz unas con otras, pero, ¿que pasará cuando ese gobierno se haya ido?.

La guerrilla tiene el mismo mal de toda la sociedad Colombiana, tiene a unos pocos, que son los de arriba, los cuales rigen sus destinos pensando más en ellos mismos y en como aprovecharse del poder que tienen, ¿y los de abajo?... ¡los de abajo aguantan!.

2 comentarios:

  1. Mi Brigadier... respeto tu comentario y en el fondo esta lleno de realidad pero en forma es mas desconocimiento de la verdad que nada; no es raro que un Colombiano piense asi, en especial si ve RCN o Caracol. La peor lacra de nuestra sociedad no son las FARC, en realidad es el gobierno, ellos, son los culpables de tanta miseria, de la explotacion al miserable pueblo y la esclavitud colombiana al imperio americano. Prodicimos la gasolina y nos las venden como si no tuvieramos un pozo en nuestras tierras, y vaya, tenemos pozos y refinerias, pero tenemos chupasangres como los gringos, y antisociales politicos que por unos millones de dolares venden su pueblo al tormento eterno; tal es el caso de Cartagena, colocaron peajes dentro de la ciudad, pero, no son del estado, son de la empresa privada con capital extranjero, todo esto para construir unas vias que el distrito debia hacer (con los dineros recaudados en multas e impuesto de rodamiento) pero no hicieron pues preferian robarse este dinero y endosar la construccion de la via privada, con el resultado de hipotecar la ciudad por 30 años; ahora los cartageneros pagan un impuesto de rodamiento altisimo, multas de transito hasta por un bombillo direccional y para colmo de males peajes internos, limitando el derecho a la movilidad... Sabes que mi amigo? si yo me ganara el baloto, no compraria propiedades, mejor armaria un grupo de mercenarios, compraria aviones y armas y me uniria a ellos para acabar por completo con la casa de nariño, para acabar con el congreso, el palacio de justicia y todas y cada una de las guarniciones militares de este pais, para finalmente someter a las alcaldias y comandos de policia... a todos los capturados les daria la pena de muerte y empezaria una nacion orientada al pueblo, generaria trabajo en el campo e invitaria a las FARC a unirse al progreso, eliminaria la pena por la produccion de coca y legalizaria la exportacion, (alla que los gringos la controlen) pondria a mi gente a organizar las ciudades e impondria la pena de muerte a aquel que robe el dinero del pueblo... acabaria con las clases sociales y daria educacion y salud gratis al pueblo.

    LAS FARC NO SON SINO EL RESULTADO DE LA ELITE MALTRATANDO AL PUEBLO COLOMBIANO, NARCOS POR NECESIDAD PUES ES LA FORMA DE FINANCIAR LA GUERRA Y ENTREGARAN LAS ARMAS CUANDO EN COLOMBIA HAYA OPORTUNIDADES PARA TODOS.

    BENEDETTI R

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    Respuestas
    1. En fin... te volverías uno de los de arriba, solo cambiarías a los que están ahora por ti, ¿y los de abajo?... ¡que se aguanten!

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