martes, 26 de febrero de 2013

Revocatoria para Petro


Hoy, por esas cosas de la vida, estaba comentando con mi esposa el hecho de que todavía no veía lo de la iniciativa para solicitar la revocatoria de mandato del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, y cual no sería nuestra sorpresa cuando por Chapinero encontramos a un grupo de jóvenes con camisetas naranjas con la leyenda “Fuera Petro”, haciendo la correspondiente recogida de firmas para la propuesta.
Por supuesto que casi me abalanzo sobre ellos para poder firmar la solicitud, me faltaron manos para firmar y a mi esposa también.
Es que definitivamente no se debería permitir que gente como esta juegue con el destino de la capital del país.
Inepto, reaccionario e improvisador supremo, el alcalde está empeñado en demostrar que aún puede ser peor cada día, y que de nada vale tener títulos y estudios si solo se quedan en un cartón; tanto posgrado perdido como el mismo Polo.
Si bien la culpa de que Petro sea alcalde es de los que lo escogieron (como escogieron a Lucho Garzón y a Moreno Rojas), otros reaccionarios que creen que votar por el candidato del Polo (y todos saben que Progresistas es el Polo reencauchado) es ser independiente e identificarse con lo intelectual, cuando se ha demostrado que la izquierda en nuestro país no tiene nada de eso y que son igual de aprovechados e incapaces que los de derecha. La diferencia es que los de derecha manejan la economía, así que deduzco que los votos del Polo, Progresistas o como quieran llamarse es lo que yo llamo “votos de resentimiento”, votos de los de abajo, que son engañados por esos avivatos que dicen que los representan contra los oligarcas que desprecian a la clase trabajadora y todo ese discursillo social venido a menos por sus propias sandeces. Y ahora pretenden esconderse y decir que no fueron ellos.
Los que antes apoyaban a Petro son ahora los que más se quejan por su estilo autoritario e irracional, o se quedan callados al respecto (¿que le pasó a De Roux que ya no habla en ningún lado).
Es cuando menos curioso que una persona con un coeficiente intelectual tan alto (algo que sus partidarios ponderan como si con eso se ganara el puesto de mesías de la ciudad y debiera perdonarsele todo) pueda tomar decisiones tan absurdas y estúpidas. Vale, todos tenemos derecho a equivocarnos y hacer tonterías alguna vez en la vida, pero nada justifica hacerlas todos los días, y además, afectando a una ciudad de más de ocho millones de habitantes, no, para eso no hay derecho.
Los invito a firmar la iniciativa, pero por favor no vayan firmandola por ahí cada vez que vean a los muchachos con sus planillas recogiendo las firmas, porque eso la invalida, y lo que menos se necesita es perder firmas por querer repetirse.

Petro cree, erróneamente, que seguirá en el cargo por más estupideces que haga, porque ya es uno de los de arriba y nadie puede reclamarle nada, ¿y los de abajo?... ¡los de abajo YA NO SE LO aguantan!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Eres totalmente libre de expresar tu opinión, solo te pido que lo hagas con respeto; si tu comentario tiene lenguaje soez me veré obligado a borrarlo. Puedes usar símbolos como expresión figurativa: m%$%"@·